una anciana de 70 años pide un corte de pelo a la moda y se ríen de ella, ¡pero luego se arrepienten!

Emma respiró hondo, sintiendo el peso de la situación. «Te creo, Megan. Sé que no harías nada malo deliberadamente. Pero tenemos que abordar esto como es debido y descubrir por qué esta mujer nos acusa por Internet.»

El instinto de Emma le decía que había algo más que un mal servicio. Emma y Megan se sentaron a revisar los registros de la clienta. Emma y Megan decidieron profundizar, decididas a llegar al fondo de la situación.