una anciana de 70 años pide un corte de pelo a la moda y se ríen de ella, ¡pero luego se arrepienten!

A los dos años de abrir su salón «The Hair Affair», se había hecho con una clientela fiel que confiaba en su experiencia y no soñaba con ir a otro sitio. Su agenda siempre estaba reservada con semanas de antelación, un testimonio de la calidad del servicio de su salón y de las genuinas relaciones que fomentaba con sus clientes.

Pero estos días parecía que el Universo había dejado de bendecir a Emma y a su salón. Desde cancelaciones inesperadas hasta destrozos en el rótulo de su salón, parecía que todo iba mal a la vez, y ella simplemente no podía averiguar por qué…»