Hacer equipo con Marina para un selfie sin maquillaje fue una genialidad. Son dos mujeres empoderadas, desnudándolo todo, abrazando la vulnerabilidad y mostrando la belleza en su forma más pura. En estas fotos, no son sólo iconos del pop; son una inspiración, demostrando que la verdadera belleza reside en los momentos crudos y sin filtrar de la vida.
En un mundo de ostentación y glamour, el pelo envuelto en una toalla y el rostro sin maquillaje de Bella son un refrescante recordatorio de que las estrellas también se deleitan con la sencillez. Este cándido momento difumina la línea entre la diva de las pasarelas y la chica de al lado, desvelando a una Bella tan real como encantadora. Es una invitación a abrazar y celebrar los momentos cotidianos de la vida sin filtros.