Selena no tiene reparos en compartir su rostro desnudo en tutoriales de maquillaje, desafiando los cánones de belleza convencionales. Su franqueza es poderosa y nos recuerda que la verdadera belleza consiste en abrazar tu verdadero yo. En un mundo en el que la perfección suele estar sobrevalorada, Selena Gomez es un símbolo de autenticidad y belleza, por dentro y por fuera.
En un mundo en el que las famosas suelen ir muy arregladas, la autenticidad de Vergara brilla como un faro. Este momento cándido no sólo nos recuerda que las estrellas también son humanas, sino que también anima a las mujeres a abrazar su belleza natural, incluso cuando se sienten mal.