Unos monos arrastran a unos cachorros – Un turista palidece al descubrir la verdad

Por fin Bali estaba a su alcance. Al aterrizar, el aire tropical le recibió como a un viejo amigo. El aroma de las especias y el incienso llenó sus sentidos, y los bulliciosos mercados mostraban la vibrante cultura de la isla.

Bali era todo lo que Fredrick había soñado y mucho más. La comida era una explosión de sabor, cada bocado una emocionante aventura. Los antiguos templos, que surgían misteriosamente de la niebla, le dejaron sin aliento, con sus tallas de piedra susurrando secretos de épocas pasadas.