Unos monos arrastran a unos cachorros – Un turista palidece al descubrir la verdad

Cada aventura era una búsqueda de la siguiente toma impresionante, la siguiente criatura escurridiza y la siguiente historia que la naturaleza tenía que contar. Su pasión por la fotografía de la vida salvaje no consistía sólo en capturar imágenes, sino en conectar con lo indómito y preservar sus momentos fugaces para que otros los apreciaran.

Pero siempre se le había escapado un lugar: Bali. Durante años, fue un sueño a su alcance. Bali, paraíso de los fotógrafos, con sus colores vivos, sus ricos bosques y su profundo encanto espiritual, siempre había tirado de su corazón.