Unos monos arrastran a unos cachorros – Un turista palidece al descubrir la verdad

El ataque surgió de la nada, pillando a todos completamente desprevenidos. Los turistas, que momentos antes habían estado disfrutando del día, se quedaron helados, incapaces de asimilar lo que estaba ocurriendo. El miedo se apoderó de ellos cuando los ladrones, con voz áspera y gestos amenazadores, les exigieron sus bolsos, cámaras y carteras.

La confusión nublaba sus rostros, como si el mundo se hubiera transformado de repente en algo irreal, y los apacibles terrenos del templo fueran ahora una escena de caos. Las enérgicas órdenes resonaban en el aire y nadie se atrevía a moverse o resistirse, demasiado paralizado por el repentino peligro.