Unos monos arrastran a unos cachorros – Un turista palidece al descubrir la verdad

Luchó con el sombrero, tirando y tirando hasta que por fin consiguió colocárselo en la cabeza en un ángulo alegre. La visión del mono trotando con su enorme sombrero, desfilando ante una audiencia de espectadores divertidos, era cómicamente entrañable.

Otro mono consiguió arrebatar una botella de agua de la mochila de un turista desprevenido. La destreza del mono era impresionante: desenroscó el tapón con dedos ágiles, bebió unos sorbos y tiró la botella a un lado, para desconcierto de su dueño.