Cuando George llegó al borde de la sombra del granero, se detuvo. La luz se desvanecía rápidamente y la silueta detrás de Trueno comenzó a tomar forma, una silueta oscura contra el cielo del atardecer. George entrecerró los ojos y trató de distinguir los detalles.
Y entonces, la figura se movió. A George se le aceleró el corazón cuando la silueta se movió y salió a la luz. Agarró el rastrillo con más fuerza, preparándose para lo que estuviera a punto de aparecer. Pero lo que apareció no era lo que esperaba.