Así fue hasta ocho meses después, cuando George se despertó con los susurros de la primavera: el suave sonido del hielo derritiéndose junto a su ventana y el cálido sol brillando sobre la granja. Cuando George salió a respirar la fresca brisa primaveral, se quedó helado al ver lo que tenía delante.
¿Podría ser? Desde lejos, Jorge vio una figura familiar que subía por la colina de pastos hacia la granja. El paso, el sonido, el suave movimiento de la cola… todo se parecía al de Luna. La mente de George dio vueltas de incredulidad. ¿Podría ser que Luna hubiera vuelto? ¿Después de tanto tiempo?