Un granjero encuentra a su perro desaparecido después de 8 meses: al acercarse se pone pálido

«¡No, no, no, no! Esto no puede ser!» Exclamó George, su voz cortando el sereno silencio matutino. No podía creer lo que veían sus ojos. Su precioso mejor amigo de cuatro patas, desaparecido durante los últimos ocho meses, estaba delante de él

Nunca había imaginado reunirse con Luna. Cada mes que pasaba y no había rastro de su querida perra, había ido perdiendo toda esperanza. Pero allí estaba ella, de pie a pocos metros del granero, como si nada hubiera pasado.

Mientras George se apresuraba a reunirse con su perra, algo le hizo detenerse bruscamente. «Espera un segundo…», dijo en voz alta, y luego en un susurro acallado: «¿Podría ser?» Se acercó unos pasos con cautela. «¿Estoy viendo realmente lo que creo que estoy viendo?» Caminó hacia Luna, con pasos lentos y deliberados para no asustarla. Luna lo miró, y de repente tuvo la certeza. «¡Qué demonios!» Gritó George, con la cara cada vez más pálida. No sabía que la felicidad de volver a ver a Luna se vería ensombrecida por un oscuro descubrimiento.