Un granjero encuentra a un búfalo desaparecido después de 8 meses – Cuando se acerca, se vuelve pálido

Negándose a darse por vencido, se dirigió a los campos por los que a Daisy le gustaba pasear. Buscó en cada centímetro, sus ojos escudriñando el paisaje en busca de cualquier señal de su amado búfalo. Pero Daisy tampoco estaba allí. ¿Qué estaba pasando?

Cuando el sol empezó a ponerse, pintando el cielo con tonos naranjas y rosas, se quedó solo en el campo vacío. Le invadió una sensación de pérdida. Su amada Daisy no aparecía por ninguna parte, dejando tras de sí sólo preguntas y una granja que de repente se sentía mucho más vacía…