A pesar de su conmoción inicial, una abrumadora sensación de alivio y felicidad se apoderó de él. Daisy estaba viva Estaba bien Su corazón se hinchó con una alegría que no había sentido en meses. Pero su mente era un torbellino de preguntas. ¿Por qué Daisy se comportaba así? ¿Por qué estaba tan agresiva?
Lentamente dio unos pasos hacia adelante, las hojas se desmoronaban bajo sus pies. Fue entonces cuando Bill vio algo que le heló la sangre. Su rostro palideció y una sensación de asco le invadió.