Un granjero encuentra a un búfalo desaparecido después de 8 meses – Cuando se acerca, se vuelve pálido

La examinó atentamente en busca de cualquier signo de lesión o enfermedad. Parecía sana y bien alimentada. Pero, ¿por qué actuaba de forma tan extraña? Ya no le saludaba con la calidez y el cariño de antes. ¿Le pasaba algo?

Bill dio un paso adelante, picándole la curiosidad. Pero cuando se acercó, Daisy soltó un mugido grave de advertencia. Resonó en el silencioso claro, sobresaltándolo. Era un claro mensaje para que mantuviera las distancias. Bill se sorprendió. Su gentil Daisy, siempre acogedora, ahora le estaba advirtiendo con una intensidad que no había visto antes.