Un granjero encuentra a un búfalo desaparecido después de 8 meses – Cuando se acerca, se vuelve pálido

Los días se convirtieron en semanas y seguía sin haber rastro de Daisy. Toda la ciudad estaba llena de carteles de Daisy, un recordatorio constante de su ausencia. Pero a pesar de las crecientes probabilidades, Bill se aferró a la esperanza. Siguió buscando, siguió gritando el nombre de Daisy, rezando cada día para que volviera sana y salva.

Pero a medida que pasaba el tiempo, sus esperanzas se desvanecían. Su corazón se hundía con cada día que pasaba sin señales del regreso de Daisy.