Sin embargo, la tendencia hacia colores más apagados ofrece una alternativa moderna y sofisticada. Los rosas suaves, los rojos clásicos y los beiges neutros aportan un toque chic sin sobrecargar las manos de la mujer. Se trata de un guiño sutil a la moda sin perder su atractivo atemporal.
Sin embargo, esta tendencia desafía las normas tradicionales y provoca debates sobre los límites de la moda, la positividad corporal y las preferencias personales. Desdibuja la línea que separa la ropa deportiva del athleisure, ampliando los límites de lo que se considera aceptable en los espacios públicos compartidos. Es una tendencia que se atreve a ir donde pocos han ido antes, en nombre de la moda.