La empleada de hogar no sabía que la estaban filmando: lo que captó la dueña fue impactante

Heather encendió el portátil y contuvo la respiración mientras cargaba el software de seguridad. Una a una, las imágenes cristalinas de cada cámara parpadeaban en la pantalla. Todo estaba perfectamente configurado. Satisfecha, se reclinó en la silla, esperando no descubrir nada problemático. Sólo el tiempo diría si sus preocupaciones sobre Jackie tenían algún fundamento.

Durante los días siguientes, Heather revisó obsesivamente las grabaciones. A medida que avanzaba por las escenas de su vida cotidiana, nada parecía ir mal. Jackie limpiaba, cocinaba y cuidaba la casa como de costumbre. Heather empezó a preguntarse si había estado paranoica después de todo. Hasta que una mañana, algo llamó su atención.