Su matrimonio, ahora en su séptimo año, había sido sólido y amoroso, pero las apretadas agendas siempre se habían interpuesto en el camino de una luna de miel. Quizás era el momento perfecto para hacer la escapada romántica que habían pospuesto durante tanto tiempo Escaparse a un retiro bañado por el sol podría ser justo lo que necesitaba para reavivar la chispa que Heather temía que se estuviera apagando.
Aquella noche, mientras se acostaban, Heather se volvió hacia Sam con una chispa en los ojos y le dijo: «Cariño, ¿y si nos fuéramos de verdad a esa luna de miel de ensueño de la que siempre hemos hablado?» Contuvo la respiración, esperando una reacción emocionada, pero las cosas no fueron como ella imaginaba.