Es la versión indonesia del 44º Presidente de los Estados Unidos. Nuestro curioso viajero no pudo resistirse a la oportunidad de una instantánea memorable, ¿y quién podría culparle? Uno al lado del otro, es casi imposible distinguir al auténtico del doble.
El asombroso parecido entre este caballero ruso y Leo es suficiente para que cualquiera haga una doble toma. Es como si alguien le hubiera dado al botón de copiar y pegar a la estrella de «Titanic». Es un recordatorio de que, vayas donde vayas, puedes toparte con el alter ego de tu famoso favorito.