Mira dos veces, ríe dos veces: 40 fotos de dobles escandalosamente divertidas

En la instantánea, tanto Adam Sandler como su doble lucen sonrisas a juego, y se les podría perdonar que los confundieran con hermanos. Su parecido va mucho más allá de la mera coincidencia, dando lugar a juguetonas especulaciones sobre lazos familiares secretos.

Si estuvieran uno al lado del otro, podría pensarse que son familia. Es como si el pasillo del supermercado se convirtiera en un improvisado plató de cine, con nuestra compradora desprevenida canalizando su «Jules Winnfield» interior de Pulp Fiction. Uno no puede evitar preguntarse si alguna vez le han pedido que diga: «Di qué otra vez, ¡te reto!»