Cuando desenrosques el tapón, deja intacto el papel de aluminio que lo cubre. Ahora, con un tenedor en la mano, haz unos agujeros en la lámina. Esto te ayudará a dispensar el contenido líquido con precisión controlada, asegurándote de que utilizas justo la cantidad que necesitas sin derrames ni residuos innecesarios.
Este ingenioso truco duplica al instante el espacio de tu armario y te permite guardar todas tus prendas favoritas sin desordenar el armario. Pruébalo y verás cuánto espacio ahorras