Una vez congelada, tendrás a tu disposición una bolsa de hielo lista para usar que no ensuciará ni goteará. Si tienes una quemadura leve, un moratón o cualquier otra lesión que requiera terapia de frío, esta bolsa de hielo casera te resultará muy útil.
Todo lo que necesitas es una goma elástica grande. Enrolla la goma alrededor del bote y asegúrate de que quede bien sujeta al fondo. Luego, cuando sumerjas el pincel en la pintura, pásalo por la goma. Así eliminarás el exceso de pintura y evitarás que gotee.