En lugar de utilizar cubitos de hielo normales, vierte el café recién hecho en una bandeja de hielo y congélalo. La próxima vez que te apetezca café, simplemente saca los cubitos y añádelos a tu taza.
Así te asegurarás de que las dos pizzas se cocinen uniformemente y al mismo tiempo, lo que te permitirá saborearlas sin tener que esperar. Esta simple pero inteligente medida puede ayudarte a aprovechar al máximo el espacio de tu horno.