Este hombre se hartó de patear asientos pero cuando se da la vuelta descubre un giro inesperado

El espacio reducido le oprimía y aumentaba su malestar. Se removió en el asiento, intentando aliviar el dolor de piernas. Cada movimiento resultaba exagerado en el estrecho espacio, recordándole que sería un duro final para una semana agotadora.

Anhelaba la comodidad de su hogar: su sillón favorito, una cena tranquila y la oportunidad de relajarse por fin. Ese pensamiento era lo único que le hacía soportar la incomodidad del vuelo. Apenas unas horas antes, Kevin se encontraba en un estado de ánimo muy diferente.