Si esta mujer no disciplinaba a su hijo como era debido, decidió tomar cartas en el asunto. «Es hora de darle una lección a esta terrible mujer y a su hijo», pensó con fiereza, planeando su venganza.
Los golpes rítmicos se habían convertido casi en ruido de fondo mientras se sumergía en la elaboración de un plan. Tras varios minutos de intensa contemplación, finalmente se decidió por una estrategia que esperaba resolviera el problema con eficacia.