Formado por un pasado tumultuoso, John tenía profundas cicatrices que a menudo se manifestaban de forma impredecible. Los traumas no resueltos y los problemas de comportamiento provocaban muchas noches de insomnio y acaloradas discusiones. Sin embargo, la inquebrantable paciencia de Delilah y los esfuerzos de John por enfrentarse a sus demonios les ayudaron poco a poco a forjar un vínculo inquebrantable.
Juntos habían construido una vida de 34 años sobre una base de amor, respeto mutuo y profundo cuidado. Su vínculo era tan fuerte que a menudo se les consideraba la pareja de ancianos perfecta del vecindario. Pero eso fue antes de que John falleciera hace dos semanas, dejando a Delilah sola ante los fantasmas de su pasado común.