El optimismo de Melissa era contagioso. A menudo hablaba de su sueño de formar una familia con Paul y criar a sus hijos en un hogar rodeado de naturaleza, lejos del bullicio de la ciudad.
Paul dudaba en tomar una decisión económica tan importante. Sin embargo, Melissa se mantuvo firme en su postura. Este desacuerdo se convirtió en tema frecuente de acalorados debates. Sus visiones de futuro chocaban, creando tensiones en su relación.