Y continuó: «Quería que estuviera hecho antes de que llegara el bebé para que pudiéramos mudarnos y empezar nuestra familia cerca de la naturaleza. Por eso he ido más tiempo y con más frecuencia. Quería que fuera perfecto para ti»
La ira y la desconfianza de Melissa empezaron a desvanecerse, sustituidas por un torrente de emociones. Sus ojos se llenaron de lágrimas al asimilar las palabras de Paul. Vio la sinceridad en sus ojos. «Paul», susurró con voz temblorosa. «¿Por qué no me lo dijiste? Podríamos haberlo trabajado juntos»