Vanessa se abalanzó sobre el Dr. Henderson, su desesperación alimentando su fuerza. Él se defendió, tratando de apartarla, pero ella se aferró, con la mente concentrada únicamente en salvar a Ollie. El forcejeo era frenético, lleno de gruñidos y jadeos, mientras luchaban por el control.
Samantha se unió al forcejeo, agarró al Dr. Henderson del brazo y lo desequilibró. Juntos le obligaron a tirarse al suelo y las herramientas cayeron con estrépito. «¿Dónde está Ollie?» Preguntó Vanessa con voz feroz. Pero antes de que el Dr. Henderson pudiera responder, las sirenas de la policía llenaron el aire.