Una mujer oye ruidos extraños por la noche y descubre un secreto que la deja atónita

Cada vez que Emily miraba a Tubby, la calidez y la gratitud llenaban su corazón. Era como si la firme presencia de la tortuga la anclara, recordándole que debía bajar el ritmo y no dejar que el ajetreo de la vida eclipsara lo que de verdad importaba.

Tubby había encontrado el camino de vuelta a Emily, justo cuando Emily había empezado a reencontrarse consigo misma. Al darse cuenta de ello, Emily supo que, fueran cuales fueran los retos que le esperaran, no los afrontaría sola.