Emily se quedó paralizada. ¿Podría ser de verdad? Su mente se remontó a los días de su infancia, llenos de sencillas alegrías: jugar con su tortuga mascota, Tubby. Tubby había sido su fiel compañera, una presencia estable en la caótica vida de Emily.
Pero un día, hace unos 27 años, Tubby simplemente desapareció. A pesar de la frenética búsqueda, nadie tenía ni idea de adónde había ido y, finalmente, los padres de Emily se dieron por vencidos, asumiendo que se había alejado y perdido.