Una mujer oye ruidos extraños por la noche y descubre un secreto que la deja atónita

Tal vez era sólo el viento, o tal vez algo se había caído. Pero, en el fondo, sabía que no podía seguir ignorándolo. Al día siguiente, cuando amaneció y la primera luz se filtró a través de las cortinas, Emily decidió investigar.

Bajó las escaleras con cautela, con los sentidos agudizados. La casa seguía envuelta en la oscuridad, pero al menos ahora podía ver un poco mejor. Apretando una pata de la mesa que había cogido para protegerse, se movió con cautela por la cocina, preparada para lo que él pudiera encontrar acechando en las sombras.