Una mujer oye ruidos extraños por la noche y descubre un secreto que la deja atónita

Desesperada por escapar de aquel ruido espeluznante, se apresuró a subir de nuevo, cerrando la puerta de un portazo y atrancándola con la vieja silla de madera que crujía bajo la presión. Se apoyó en la puerta, intentando calmar su acelerado corazón.

Mientras permanecía allí, el inquietante sonido se desvaneció, dejándola en un pesado silencio, sólo roto por los latidos de su corazón. Miró hacia el pasillo oscuro, intentando armarse de valor.