Una mujer oye ruidos extraños por la noche y descubre un secreto que la deja atónita

La curiosidad ardía en su interior, mezclada con un destello de miedo, impulsándola hacia lo desconocido. Emily se quedó mirando el desván, tratando de reunir el valor necesario para subir la chirriante escalera. El aire se sentía pesado y espeso por el silencio, casi burlándose de ella.

La linterna que sujetaba parpadeaba, como si también estuviera nerviosa. Respirando hondo, comenzó a ascender, cada peldaño haciendo que la vieja madera gimiera bajo su peso. En el momento en que alcanzó la cima, una oleada de aire viciado la golpeó, espeso de polvo y olor a recuerdos olvidados hacía mucho tiempo.