Un millonario deja vivir en su garaje a una familia sin techo. ¡Su corazón se hunde al día siguiente!

Mientras trabajaba en la oficina, los pensamientos de Peter se vieron consumidos por Natalie y sus hijos solos en su casa. Le comentó la situación a un compañero durante el almuerzo. «¿Les dejas quedarse en tu garaje?», le preguntó ella, con una mezcla de sorpresa y juicio en el tono.

Algunos compañeros elogiaron su acto de caridad. Otros se mostraron escépticos y le advirtieron de los riesgos de confiar en extraños. «¿Y si no son quienes parecen ser?», dijo uno. Peter se encogió de hombros ante sus preocupaciones, pero las semillas de la duda se plantaron firmemente, echando raíces en sus pensamientos durante los momentos de tranquilidad.