Curiosamente, desde que Dave y Alexander habían aparecido juntos, el negocio del concesionario estaba en auge. Nadie sabía cómo ni por qué, pero el hecho de que aparecieran juntos aquella tarde debía de tener algo que ver. El gerente de Claire ya no pensaba demasiado en ello. Estaba más contento que nunca con todas las cifras de ventas, aliviando la tensión que aún había entre ellos por la situación de Dave.
Claire estaba en medio de un ajetreado día en el concesionario cuando volvió a ver a Alexander. Esta vez, estaba con un grupo de cuatro personas, y Dave también estaba allí, merodeando alrededor del grupo. Alexander y sus amigos estaban mirando unos coches relucientes. Claire podría haber oído de qué hablaban si se hubieran acercado un par de metros a ella.