Un hombre lleva en coche a una chica que hace autostop – Al día siguiente, las noticias revelan lo inimaginable

La curiosidad de Jacob se despertó de inmediato, redujo la velocidad y miró por el parabrisas para ver mejor a la figura. La autoestopista era una mujer joven, probablemente de unos veinte años. Tenía el pelo largo y oscuro que le caía por la espalda en suaves ondas.

Su atuendo era sencillo pero característico: un vestido de flores combinado con una cazadora vaquera. Su rostro estaba parcialmente oculto tras un par de gafas de sol de gran tamaño, lo que añadía un aire de misterio a su aspecto. A pesar de su atuendo informal, había algo en su aspecto -un aura de fragilidad y vulnerabilidad- que despertaba los instintos protectores de Jacob.