Para comprender mejor los hechos, Harry visitó el mismo lugar del accidente en París y recorrió en coche el túnel por el que pasaron los últimos momentos de Diana. Su intento de conectarse físicamente con el incidente puso de manifiesto su necesidad de cerrarlo, encontrando el «golpe» real en el túnel anticlimático menor, un marcado contraste con la magnitud de su pérdida.
Ashleigh expresó su tristeza por perderse la boda, atribuyendo la tensión a las acciones de su madre biológica. Sin embargo, este contratiempo no puso fin a la relación entre Meghan y Ashleigh. Desde entonces han superado el problema, restableciendo su relación y superando el incidente.