A Harry no le hacían gracia estas bromas, sobre todo porque los rumores estaban en todas las noticias de la época. Nos cuenta lo extraño que le resultaba oír a su padre quitarle importancia a algo que le estaba causando mucho estrés debido a toda la atención pública.
Describe la profundidad de su dolor, no como una creencia en la realidad de su ausencia, sino como una resistencia a aceptarla plenamente. Durante años, esperó una llamada, una señal que pusiera fin a la pesadilla y trajera de vuelta a su madre, lo que demuestra el profundo impacto que su pérdida tuvo en él desde una edad muy temprana.