El abuelo deja a su mujer para casarse con una joven – Durante la boda, la abuela dice algo que nadie esperaba

Vincent vaciló en el umbral, indeciso entre marcharse o quedarse. Sus ojos se detuvieron en ella como si tratara de buscar algo, pero la mirada de Matilda era distante y resignada, un adiós tácito flotando en el aire. Con un suspiro, se dio la vuelta y salió.

Matilda lo observaba desde la ventana, con las manos entrelazadas. Vio a Vincent bajar por el camino de entrada, con su figura encogiéndose en el crepúsculo. Al llegar a la calle, se detuvo un sedán elegante y desconocido, y Vincent subió sin mirar atrás.