Una tarde, por fin recibió la llamada que tanto esperaba. «Hemos encontrado algunos patrones extraños… y más», dijo el investigador, insinuando la gravedad de los hallazgos. «Mañana tendré listo un informe completo» Matilda sintió que se le aceleraba el corazón.
El propósito de aquellos viajes seguía sin estar claro; Vincent estaba jubilado y no parecía tener intereses ni obligaciones comerciales. La naturaleza inusual de estas excursiones, envueltas en el secreto y carentes de explicación, ponían los nervios de punta a Matilda. Tal vez ésta era la oportunidad que estaba buscando.