Aunque se trataba de una situación poco habitual, no era la primera vez que Paul lo dejaba todo para ayudar a un animal que lo necesitaba desesperadamente. Mientras esperaba a que llegara el Dr. Ndaba, sus pensamientos se remontaron a un rescate que había llevado a cabo años atrás.
Durante una de sus excursiones fotográficas, Paul había tropezado con una cebra atrapada en un profundo pozo. Había pasado horas trabajando incansablemente para liberar a la asustada criatura. Recordar la alegría que sintió tras salvar aquella vida le daba esperanzas al enfrentarse ahora a este reto mayor.