Un gorila pide ayuda a un fotógrafo – La increíble verdad al descubierto

Paul se acercó al árbol y examinó la situación. Las redes estaban atadas a gran altura, a casi cinco metros del suelo. Las cuerdas eran gruesas y estaban bien sujetas. Paul apretó los puños con frustración. Era fotógrafo, no escalador, y rescatar a las crías parecía imposible.

Los gritos de las crías de gorila eran cada vez más fuertes y a Paul le dolía el corazón. Intentó subir al árbol, pero la altura y el tronco eran insuperables. Su cuerpo estaba preparado para terrenos escarpados, pero escalar este árbol superaba sus capacidades. Estaba atrapado.