Un gorila pide ayuda a un fotógrafo – La increíble verdad al descubierto

Con una determinación inquebrantable, Paul respiró hondo y dejó a un lado su cámara, dispuesto a hacer lo que fuera necesario. Al mirar una vez más a los ojos de la gorila, no pudo evitar sentir una peculiar conexión, un vínculo que les guiaría a través de la oscuridad y la incertidumbre que les aguardaban. Estaba decidido a salvarla, costara lo que costara

Lleno de adrenalina e impulsado por un profundo sentimiento de compasión, Paul decidió pasar a la acción. La situación le superaba y sabía que no podía manejarla él solo. No era algo que se encontrara todos los días, lo que significaba que no estaba preparado para afrontar la situación.