Pero cuando la mirada de Jason se detuvo en el horizonte, un movimiento tenue e inusual llamó su atención. Tres pequeñas embarcaciones flotaban en el agua oscura, sin apenas moverse, como suspendidas en el aire. Su lenta y casi imperceptible deriva le pareció antinatural, despertando una silenciosa alarma en su interior.
Dejó a un lado la inquietud, diciéndose a sí mismo que probablemente eran pescadores o curiosos de la isla que querían ver de cerca la grandeza del crucero. La pareja pasó un rato charlando en cubierta antes de decidir dar por terminada la noche.