Una banda caribeña sube a bordo de un crucero justo antes de partir, ¡pero no contaban con este valiente veterano!

De vuelta en la sala del capitán, Jason revisó las grabaciones, buscando atentamente señales de otros cómplices a bordo. Identificar a cada uno de los posibles ladrones resultó ser una tarea hercúlea, con cientos de pasajeros de un lado para otro. La magnitud de la operación haría que los enfrentamientos individuales fueran ineficaces y arriesgados.

Jason se inclinó hacia delante, con la mirada aguda, mientras sopesaba sus opciones. Colocar trampas individuales para cada ladrón no sólo era poco práctico, sino que además corrían el riesgo de alertar a otros miembros de la banda. Cualquier señal de que estaban siendo perseguidos podría empujar a los delincuentes a tomar medidas drásticas y violentas.