Una banda caribeña sube a bordo de un crucero justo antes de partir, ¡pero no contaban con este valiente veterano!

Con Samantha a salvo en la habitación, Jason se dirigió por los pasillos hacia los aposentos del capitán. La luz de la mañana se sentía más dura ahora, proyectando sombras nítidas a través de las paredes. Ensayó mentalmente sus observaciones, decidido a transmitir la urgencia sin parecer alarmista, sabiendo que había mucho en juego.

Al llegar por fin a la habitación del capitán, Jason le contó todo lo que había visto: los barcos extraños, los huéspedes peculiares, la pulsera desaparecida y el hombre que vigilaba el portátil. Pero el capitán se limitó a encogerse de hombros, con un deje de diversión en su expresión. «Tal vez pienses demasiado», respondió con desdén. «Podrían ser coincidencias»