Una banda caribeña sube a bordo de un crucero justo antes de partir, ¡pero no contaban con este valiente veterano!

Jason sabía que no podía enfrentarse a nadie basándose en una corazonada, y menos con algo tan endeble como un atuendo o una mirada sospechosa. Señalar a la gente como ladrones sin pruebas sólidas sería imprudente y podría resultar contraproducente, alertando a los verdaderos criminales y poniéndose a sí mismo y a los demás en un peligro innecesario.

El pensamiento le pesó mucho. Si esta banda operaba realmente a bordo, cualquier señal de que estaban siendo vigilados podría empujarles a tomar medidas desesperadas, poniendo en peligro a los pasajeros y a la tripulación a bordo.