En esta fotografía, las cuatro hermanas están de pie, hombro con hombro, con los rostros enmarcados por un cielo frío y nublado. Vestidas con acogedoras chaquetas y jerseys de cuello alto, hay una sutil sugerencia de la estación: otoño o principios de invierno. Sus prendas de abrigo, desde vaqueros a forro polar, añaden un toque rudo y práctico, pero son sus expresiones las que captan el corazón de la imagen.
La mirada de cada hermana es firme, tranquila y ligeramente introspectiva. Una de las hermanas rodea suavemente a la otra con el brazo, un pequeño gesto que sugiere calidez y protección. El objetivo de Nixon no sólo capta su proximidad física, sino también la fuerza silenciosa y duradera de la hermandad y las relaciones entre hermanas.