Esta imagen capta la esencia de la habilidad de Nicholas Nixon para dotar de significado a un simple retrato. Las cuatro hermanas están muy juntas, con expresiones relajadas pero llenas de profundidad, que aluden a toda una vida de momentos compartidos. Hay una calidez palpable aquí, con el brazo de una hermana alrededor de la otra, lo que indica el consuelo que encuentran la una en la otra.
La maestría de Nixon reside en cómo capta las conexiones tácitas entre ellas sin forzar el momento. Sus elecciones de ropa -casual, con un toque de estampado de leopardo- contrastan con el suave telón de fondo natural, haciendo que esto se sienta como un momento fugaz en su vínculo duradero.